Cardenismo (1934-1940)

 Cardenismo (1934-1940)

Desarrollo
Su importancia se debió a las profundas reformas en materia agraria y obrera, que estaban siendo buscadas por los sectores progresistas mexicanos desde los años de la Revolución, y que acarrearon indirectamente el enfrentamiento entre México y numerosas potencias europeas.
El cardenismo inició en 1934 con el ascenso de Cárdenas a la presidencia de México, de la mano del Partido Nacional Revolucionario (PNR), heredero de la facción revolucionaria que había encabezado Plutarco Elías Calles (1877-1945). Dicho partido fue transformado por el propio Cárdenas en el Partido de la Revolución Mexicana (PRM) en 1938, antecesor del actual Partido Revolucionario Institucional (PRI), nacido a su vez en una reforma posterior.
El gobierno de Cárdenas fue una época de confrontaciones y mucha conflictividad. Curiosamente fue acusado tanto de comunista como de fascista, dependiendo de quiénes fueran sus detractores. Su fin se produjo en 1940 tras la elección presidencial de Manuel Ávila Camacho (1897-1955) y un notorio viraje hacia la derecha en el gobierno del país, a pesar de que Cárdenas desempeñó el cargo de Secretario de Defensa hasta 1945.




Causas

- La Gran Depresión de 1930, que golpeó al mundo entero, y empeoró sustancialmente la calidad de vida en México, reavivando el descontento de las clases populares.


- La oposición a Plutarco Elías Calles, cuyo gobierno (y posteriores gobiernos-títere) fueron de corte militarista, por parte de un movimiento más centrado en la clase trabajadora y en la democracia, encabezado por el mismo Cárdenas.


- El fracaso de los gobiernos posrevolucionarios por satisfacer las demandas sociales y económicas del pueblo mexicano, la mayoría de las cuales eran de larga data y habían sido reclamadas durante décadas.

- El conflicto en la industria petrolera, cuyos obreros reclamaban mejores salarios a las empresas transnacionales europeas, pero que no contaron, durante el llamado “Maximato” de Plutarco Elías Calles, con mayor apoyo de parte del Estado. Consecuencias

- La reforma agraria que entregó alrededor de 18 millones de hectáreas en el norte del país a pequeñas unidades productivas campesinas, para romper con el modelo agrícola tradicional latifundista, heredado por México de la Época colonial.

- La modernización de la educación a través de intensas campañas de combate contra el fanatismo, la superstición y los prejuicios, en lo que se llamó una “educación socialista” de corte moderno.


- El enfrentamiento diplomático con Europa y Estados Unidos, a raíz de la nacionalización forzosa de la industria petrolera ocurrida en 1938, y la demanda de muchas de las naciones extranjeras de ser resarcidas no sólo por la maquinaria y los bienes incautados, sino también por el petróleo sin extraer, que el Estado mexicano consideró de su exclusiva propiedad. - La popularidad de Cárdenas, considerado como el único presidente que no se enriqueció durante su mandato, y cuyos ideales fueron revividos temporalmente por el Partido del FrentCardenista de Reconstrucción Nacional entre 1987 y 1997.


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